A eva le sorprende ver (sentada en una silla) cómo un vaso roto en el suelo se recompone solo, pega un salto y se coloca en la estantería, pero aún más le sorprende encontrarse de puntillas, mirando en la estantería y buscando el vaso que previamente estaba en mil pedazos en el suelo...
Eva siempre ha sido curiosa y se pregunta por qué. Así que sale a la calle... ¡bajando las escaleras del revés! No es ninguna particular manera suya, estaba bajando así y punto. Pero no recuerda que sea habitual en ella bajar las escaleras de espalda, ¡se puede caer!, pero no se cae. Al salir a la calle descubre horrorizada que la gente anda hacia atrás, excepto algún chulo que se atreve a andar hacia adelante, torpemente, y se tropieza... Los coches van marcha atrás, la gente habla del revés, ríen del revés, lloran del revés... Y lo que es peor, ¡la carnicería ya no funciona como antaño!... Ella, que estaba la primera en la cola, de repente ve cómo las abuelas (y algún abuelo despistao') se cuelan y se pegan para devolver los filetes que compraron anteriormente. ¡Incluso el dueño de la carnicería echa el cierre! Y la gente se esfuma (por supuesto, marcha atrás).
Eva decide salir a la calle y resolver la ecuación. ¿Y si se da la vuelta y anda hacia adelante? Nunca pensó que todo girase en torno a ella (aunque a veces le gusta ser egoísta en sus sueños), pero quién sabe, a lo mejor esa era la solución. Se da la vuelta, se siente estúpida, pisa en falso y se cae. Se hace daño en una rodilla pero incluso el dolor es al revés...
No hay ninguna duda... -piensa Eva- alguien nos está rebobinando...