miércoles, 21 de mayo de 2008

Conversaciones en Urgencias

- ¿Me puedo sentar contigo, abuelo?
- Ven aquí, hija. Siéntate, échate para atrás [túmbate] aquí conmigo
- (apoyo la espalda contra el respaldo de la camilla) Abuelo, así no puedo que me van a regañar
- Así, ahora sube los pies
- (obedezco) Me van a echar...
- Que no, hija, que éstas son muy buenas chicas
- (tumbados los dos en una camilla) Bueno, ¿y cómo estás?
- Estoy hasta las narices de tanto especialista. Me cago en dios...
- (sonrío) Abueeeelo (le abrazo hasta que me echan)


*hoy estuvo a punto de llover...
¿ocurre algo?

martes, 20 de mayo de 2008

Cebra can´t dance no more

Recuerdo la cebra de la que me hablaste. No puedo dejar de pensar en ella... Tú estabas al otro lado del teléfono, la cebra estaba en el cuarto de baño y decía "oh eva, ¿por qué no me montas y nos vamos a dar una vuelta por el pasillo?".
Te dije tonto y la cebra dejó de decir tonterías...


*Eva se asustó y se quedó sentada para siempre


[Miro al cielo e intento comprender una obviedad casi sibilina para el resto del mundo y casi mágica para mí.
No es que haga sol, es que no sabía lo que hacer
No es que haga sol, es que tenía que hacer sol...]


*Las palmeras no tienen ningún sentido en Leganés

jueves, 8 de mayo de 2008

Hoy no es domingo pero como si lo fuera

Hay días en los que Eva tiene ganas de gritar ¡tú! y algún sinsentido torpe... Hoy no.

Hoy es uno de esos días en los que alcanzas, descalza, la nevera y buscas con sigilo el jamón de york.

Hoy es de esos días en los que te acuerdas del beso de cortázar. Esas lenguas que dejaban de ser lenguas para ser peces...

*el recuerdo de un martes por la tarde me alegra el jueves por la mañana. Eva entró derrapando a una sala de ordenadores del edificio diecisiete. Esa sala debería estar ocupada por alumnos y un profesor gritón pero estaban todos en la de al lado y al profesor apenas se le escuchaba. Intentó entrar de puntillas pero las prisas hicieron que una silla y un bolígrafo se cayeran pudiendo molestar a la clase de al lado. Eva empezó a hacer lo que tenía que hacer en uno de los ordenadores (el más cercano a la puerta) y entonces, su ex profesor Romanillos dejó de dar clase en la otra aula y entró en la contigua, donde estaba Ella:

- Perdone, no le he preguntado (qué maleducada), ¿puedo hacer un par de cosas en el ordenador? Es para un trabajo urgente, no tardaré ni molestaré, se lo prometo.
- Pues claro mujer, si me los he llevado todos a la otra clase para que usted eligiera el ordenador que más le gustara y trabajara tranquila...

:)

martes, 6 de mayo de 2008

Un polaco me roba el corazón

Un polaco me ha robado el corazón



Krystian Zimerman