Eva sale de la ducha, busca ese perfume que sabe que cuesta más de lo debido. Le cubre una fina capa de crema que no espera a que sea absorbida. Está decidida. Se echa unas gotas. Sí, unas gotas serán suficientes. ¿Y ahora qué?
Ahora nada. Se sienta tranquila a beber té helado y a leer el periódico. A buenas horas mangas verdes, piensa. Pero ahora le preocupa más no respirar. No vaya a ser que de tanto olerse se quite el perfume
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7 comentarios:
¿Aún estoy a tiempo de disfrutar de su perfume?
Madame Beauvois, efectivamente no respire.
Pues cuando ese perfume desaparece, no le gusta hacerlo solo, acostumbra a robar un trozo de aquel que osó a olerle :)
*elmartesesbonitoperonomasqueelmiércoles
Me ha encantado. Me ha parecido precioso y entrañable, femenino e inocente.
No sé, cada día me gusta más Eva,
como es y como siente.
Muchísimos besos
A mí también me ha gustado bastante, muy curioso y original.
Y no mujer, Madrid no es triste, es mi ciudad, no puede ser triste, de verdad.
(Perdón, yo también llevaba mucho tiempo sin pasarme, los exámenes y los ensayos me tienen frito, matan al tiempo indiscriminadamente, pero tu blog me gusta muchísimo)
por caro o barato que sea un perfume es para respirarlo.. a ser posible en compañía ;)
es que me encantas!!
lo he puesto en el dolmen!!
muá!
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