jueves, 27 de diciembre de 2007

En un abrir y cerrar de ojos

Sacó su cámara de fotos y le apuntó sin mirar por el objetivo (sabía lo que se hacía). Él se quedó quieto. Agarraba con fuerza la toalla. Estaba asustado. Iba a hacer todo lo que ella le pidiera.

"¡Quieto o disparo!"
"Pero cariño..."
"Ni pero ni nada, ¡suelta lo que tienes en la mano!"
(Soltó la toalla) "Tranquilízate cielo..."

Se miraron una vez más. Ella le disparó...
Le encantaba hacerle fotos desnudo...

4 comentarios:

Globocautivo dijo...

El taxi que por parar paró el mundo, la toalla cuya promesa excita a las cámaras fotográficas.
Es realmente pasmosa la forma que tienes de contar las cosas. Difícil de explicar: particular, profunda en lo cotidiano, entrañable en lo aparentemente trivial. No sé técnicamente, pero llega, cautiva. Todo.

Menos mal que volviste...
besos

Globocautivo dijo...

Además, tus cuentos siempre me suscitan preguntas, señal de que me arrastran hacia su mundo (no ya, ni siquiera el tuyo, sino al de ellos) porque necesito saber qué hay más allá, que hay antes y después y además de qué, también porqué. Por eso a veces me quedo preguntándote cosas sobre tus historias, espero no resultar pesado.
Más besos

David Callejo dijo...

Si me permites, te voy a hacer una pequeña crítica (va, venga, ya que es casi imposible pillarte en algun renuncio, joder, déjame ser el malo de la peli).

Mi vista se ha desviado primero hacia el diálogo, y me he pegado un susto de la leche cuando le dispara. Creo que tendría más fuerza y sería más sorprendente sin la parte de arriba. Al fin y al cabo, ya sabes que lo que lleva es una cámara de fotos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

iNTELIGENTE es también o sobre todo el que resuelve problemas. Resolverlos con humor y amor es poeticamente casi imposible. Porque alquimia tal es propia de dioses sin templos, de arcanos sin patria, de mujeres sin máscara.

En cualquier caso, este microrrelato es simpático y a la vez sospechoso. En una lectura mordaz y en un ahondar tras los símbolos, toda inocencia se traduce en rebeldía, en disconformidad con la sentimentalidad bucólica y retozona de una cultura narcotizante y palgada de stereotipos.

Bueno, sin tanto rollo, me encantó la historia. Sugiere y divierte.

Un abrazote,

Viktor

(posteo tu blog en el mío, para poder ir siguiéndote)