viernes, 26 de septiembre de 2008

Have you ever seen the rain?

(Camino a casa)

¿Y si me cortan el pie? ¿Quién me va a querer?

Al que le falte el otro pie

Que no, papá, que yo no soy nadie sin mi pie... Oh venga, te estoy hablando en serio... ¿Cuándo te cortan un pie?

Cuando te duele mucho

¡No! ¡Que a mí me duele muchísimo!

Anda, anda, no será para tanto...

Como de aquí a la Carretera de Extremadura, ¡fíjate si me duele!

Entonces serás una patapalo



Son ese tipo de diálogos los que mantiene Eva cuando está tonta, cuando está entre paréntesis. Es en ese tipo de momentos en que dice muchísimo o "cuantísimas ganas tengo de..." y abre los brazos todoloquepuede para que quien la escuche, sepa que va en serio y que no es ninguna broma.




Pero a veces también le apetece moverse en la silla cantando a destiempo canciones de "la creedence"




*
Él estaba quieto, sentado, mirándola sin querer, tal vez por la costumbre o por uno de esos momentos en los que miras fijamente a algo o a alguien y, por una ley física que no enseñan en los libros de la ESO, no puedes dejar de hacerlo

Ella no hacía más que ir de un lado para otro, nerviosa, preguntándole al mundo dónde narices estaba el otro calcetín (si se podía saber)

Él decidió que ya estaba bien y, sin preguntarle nada, se levantó y casi violentamente le cogió por la cintura y ésta cedió como cede el agua

El calcetín, escondido bajo el sofá por ese pánico que a veces tienen los calcetines a la lavadora, lo vio todo

10 comentarios:

Mery... christmas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mery... christmas dijo...

¡Hola Eva! No te asustes por el comentario suprimido. Te he escrito y después le he dado a eliminar a ver qué pasaba... (pensé que sólo los autores/dueños tenían la potestad de suprimirlos...). En fin, no importa. Tú mejor que nadie sabes que soy experta en hacer las cosas dos o más veces así que... Te decía que sólo cuando Eva se pone tonta, podemos ver su mejor lado y el más original y que, si ese día me hubieran dado a elegir entre un millón de objetos en los que poder convertirme, hubiese escogido ser ese calcetín para poder presenciarlo todo(pero ya lavado, eh...). Te beso (otra vez) y de nuevo te digo que este finde te veré como cuando vemos la tele.

Anónimo dijo...

Vez mi Eva, solo necesitabas un par de retoques para que volvieses a escribir.
Eso me interesaba niña... que me acompañes. Eva no es tonta.. es dulce como la miel... al menos eso dicen..
¿Quien es ella?.. bueno en realidad, ¿Que importa?.. si su indiferencia y silencio, destruyen cuanta cosa yo le creo.

Si alguna vez creí en mis palabras.. esta vez no... por que para ella no son nada.

Ella, no sabe que es una tormenta.

abrazos
hannibal

Globocautivo dijo...

Verdad, verdad. A veces dices algo en serio, muy en serio, y todos se ríen creyendo que has hecho una broma. Si replicas, "Oye, que es en serio" se ríen más. Yo termino callando y esperando mejor ocasión, pero claro, yo no soy Eva, ellas es más valiente; ella, creo, sabe cuando hay que ser valiente. Por eso, entre otras razones, la queremos.
Besos para ambas

Globocautivo dijo...

Cuántas y cuántas cosas habrán visto los calcentines que en el mundo hay
y ha habido.

(ejemplo: http://www.elpais.com/articulo/gente/Calcetines/turcos/presidente/Banco/Mundial/elpepugen/20070202elpepuage_7/Tes )

Si se pudiese acceder a tal fuente
de información, la Historia tendría que reescribirse con tinta de otro
color.
Más besos

Globocautivo dijo...

Siento mi torpeza, no sale enlace, pero seguro que sabes a qué me refería.

Luciérnaga dijo...

aída, me encanta lo que escribes!
cómo estás?
te mando un beso enorme!! y otro para eva!

Ignacio dijo...

http://www.poesia-inter.net/og32013.htm

hay algo de eso...
que mal si no tienes pie pues...

y si te gusta busca. El libro se llama: "espantapajaros"

Anónimo dijo...

Con pies o sin ellos, igual yo te cargo.. y nos vamos por la playa a contarte historias y poemas.
¿Te parece?

abrazos
Hannibal

Anónimo dijo...

Yo calzaba un 31 y era el pequeño de cuatro hermanos, siempre quería intervenir, pero casi nunca me escuchaban.

Así que hablaba con mis muñecos, con los animales, con las paredes con casi todo, pero en presencia de los mayores callaba y escuchaba, aunque de ellos aprendí pocas cosas importantes y muchas que he tenido que desaprender con los años como quien limpia el jardin de malas hierba.

Casi siempre iba en serio, como ahora que calzo un 45 (pa esquiar o pa quedarse depie durmiendo)

Un beso