miércoles, 6 de febrero de 2008

¡Rayos y centellas!

Revuelve todo. Levanta los pisa papeles, lanza al aire los folios creyéndose en una película, con más clase y picardía en el argumento que las clásicas norteamericanas, pero con final feliz igual. Ahora tiene que recoger todos los papeles del suelo. La peli tiene final feliz pero es tan poco norteamericana que nadie viene a ayudarle a recoger, ni suena una música triste de fondo. Tampoco aparecen 8 personas que bailan la misma coreografía a la vez. Definitivamente no es una película norteamericana.



Respira hondo, tiene que estar por aquí. Recuerda exactamente lo que escribió: "Appointment Javier: pagar este mes en yenes a los empleados". Aún nadie sabe si Eva estudia en la universidad, estudia por su cuenta o simplemente respira y se inventa mundos, pero lo que está claro es que no trabaja y desde luego que jamás será empresaria. Y punto.



Las hojas tenían un orden, pero como siempre, no están numeradas. ¡Rayos y centellas! ¡Es la última vez que no numera las páginas! ¡Es la última vez que tira los folios al aire para encontrar su agenda en la que no escribe! ¡Y desde luego que es la última vez que espera que suene una canción mientras recoge papeles tirada en el suelo!



Recuerda un pensamiento en el que estuvo trabajando hace pocos días: "¿A que si no es una estadística nunca dices Comunidad Autónoma y sexo en la misma frase?" Eso le despista en su búsqueda. Sigue buscando su agenda con gesto serio en la cara (o al menos lo intenta, ella es una tipa dura y saca el bíceps que no tiene). De nuevo viene a su mente otro pensamiento. Muchas veces busca las llaves y las tiene en la mano, o busca el teléfono móvil, cree que se lo ha dejado en el asiento del metro y está hablando por él... Hay gente que busca el cigarrillo que tiene detrás de la oreja o quien no se acuerda de que se ha comido su trozo de pan y mira furiosamente a los comensales para decidir quién le ha quitado el pan. Todas buscamos las bragas cuando las tenemos puestas y no encontramos nuestro boli preferido que metimos en la nevera por error.



Suena una música. Una de dos: o se pone a bailar o busca desesperadamente la agenda en sus orejas, en su estómago, en su mano, en la nevera o mira a ver si la tiene puesta. Nada, decide que una vez agotas una opción, sólo te queda otra. Se pone a bailar.





*Creer que la vida es triste es como creer en dios, no se debe hacer y además no es cierto

12 comentarios:

T S dijo...

Que honor!!! soy la primera!!!!
me encanto el texto sencillamente...amiga escribes con el alma... no CAMBIES!!!
gracias por visitarte mis confidencias, eres siempre bienvenida!!!
ciao

Dr. Durden dijo...

¿Sexo y comunidad autónoma en la primera frase?. Encuestas y estadísticas,....y en el 98% de las películas X.
Mi vida tampoco es una película norteamericana. Ni siquiera española,...y menos X. Recuerdo un día lejano, en el que mi cita me esperaba en el portal de mi piso. Llevabamos pocos días, por ello, aún estaba en el "periodo impresión". Con las prisas, en vez de usar desodorante, utilizé por error laca de mi madre. Efectivamente. La impresioné. Al tener la sobaquera como escarpias, caminé como un pavo real toda la noche. Finalmente el cortejo funcionó. Me encanta tu blog!.

Dr. Durden dijo...

Bueno, me acabo de leer entero tu blog. Eres una de las raciones individuales más interesantes que he leido.

JR dijo...

que gran regalo poder leerte Eva.
un largo abrazo...

Cucaracha homicida dijo...

jajaja.... :D

Fernando dijo...

No creo en Dios, creo en Billy Wilder, ahora podemos añadir Eva Bouvois!!
Besos

Fernando dijo...

pues debe ser cierto...me alegro ver a alguien que todavía piensa así..abrazos.

MBI dijo...

Desde luego, que la vida es triste, pero a quién le importa ese aspecto. Todos vivímos por el otro, que está muy bien.

David Callejo dijo...

Si la vida fuera una peli norteamericana... jodidos íbamos a estar. O son demasiado estúpidas o son demasiado verdaderas. Aunque si fuera una peli española... qué miedo.

Globocautivo dijo...

Desgraciadamente Eva, a veces, la vida es triste, pero es cierto que no se debe creer, aunque esas mismas veces no sea fácil. Por eso, la opción de ponerse a bailar era sin duda la más acertada.
Muchos besos

alkerme dijo...

Me voy a anotar por aquí esa comparación tuya acerca de la creer que la vida es triste y creer en la existencia de Dios.
Es que a mí me resulta la vida un tanto triste, rara, ilógica....
Me gusta tu blog, gracias.

Luciérnaga dijo...

qué foto más chula!!
y el texto ya...

esa frase, la última, me la voy a tatuar hoy en el pecho!!
sí sí sí!!!

besos, pequeñita!!