jueves, 27 de septiembre de 2007

El juicio (I)


- Los cambios de humor son repentinos. No avisan. “¡No pongas los dedos en la ventana!, ¡la acabo de limpiar!” es suficiente para hacer que algo muera dentro de ella. Le dura solo 10 minutos, a veces, si alguien le interrumpe en su proceso, 20. Quiere a su madre, claro que la quiere. Comportamiento bipolar. Ella es como una niña entre los coches, susceptible de salir a la carretera y asustar a algún conductor imprudente que supere el máximo permitido en la estrecha calle. Porque también, todos tenemos poco cuidado sabiendo que hay “niños que se esconden entre los coches”. Siempre corre a la cocina a calmarse. Pero esa vez fue diferente, y lloró. Histérica lloró porque ya no quedaban galletas para ella…


- Protesto, señoría.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Carta informal de presentación


Aún no he presentado el personaje de este blog, la protagonista que da vida a muchas conversaciones, inventadas, medioinventadas o no. Algún día escribiré su historia, contaré por qué, cuándo y cómo. De momento unos cuántos capítulos de presentación. Se llama Eva. Eva Bouvois (léase: Bubuá)


Eva siempre quiso llamarse Eva y ser pintora.

Eva siempre quiso llamarse Eva y pintar una fotografía como ésta (impressión).

Eva soñó un día que se apellidaba Monet. Eva Monet.

El sueño le duró dos horas.

Le gustaban las siestas largas y las ensaladas con azúcar.

Pero sobre todo, quería ser pintora



**La historia comenzó en un fotolog: www.fotolog.com/cojinesdecolores un bonito lunes 14 de mayo. A partir de ahí, Eva me inspira y creo que yo también le inspiro a ella. A veces una se sorprende de lo que llega a aprender de sus personajes. A veces una se sorprende de los parecidos y las diferencias con sus personajes. A veces una se sorprende de lo interesantes que pueden llegar a ser, sus personajes. Larga vida a Eva, que tantos momentos me ha inspirado...
Es bonito y peligroso preguntarse dónde acaba ella y dónde empiezo yo, o al contrario. Eva, te guiño el ojo y me quito el sombrero. Voy a darte a conocer

martes, 25 de septiembre de 2007

El partido

El partido estaba a punto de comenzar, pero una voz que nadie sabía exactamente de dónde venía había pedido un minuto de silencio por un (ya ex) jugador, del equipo que vestía de negro, que había muerto el día anterior en un accidente de tráfico. El estadio entero se puso en pie. Yo siempre he sido una chica despistada, así que hasta que aquel silencio ensordecedor no me envolvió, no me desperté. Nunca me han entusiasmado los partidos de fútbol, así que el fútbol gaélico también me daba igual. No solo fue el silencio lo que me despertó: mi madre me tocaba con un dedo repetidas veces en el hombro, tan fuerte que pensé que el hombro iba a hundírseme. Además me ardía la nuca. Los chicos de ciudad dirían que era por el sol que hacía esa tarde. Los de pueblo dirían que era por las miradas de odio de medio estadio que se clavaban en mi cuello. Me levanté. Miré a mi alrededor y vi el estadio más grande, más alto. Eran alrededor de 85.000 perdonas de pie, calladas, y el llanto d eun niño a lo lejos. Ni un ruido, excepto el de la tos intermitente de la señora que tenía detrás. Había unas vías cerca del estadio, yo las veía desde allí, pero ni siquiera el tren pasó. Incluso él parecía guardar silencio por un hombre que yo no conocía, que no había visto en mi vida, que ni siquiera había oído hablar de él, no sabía tampoco su nombre. Solo su apellido, O'Connor nosequé, no presté atención. No tenía nada que ver con ese hombre, o sí, pero de cualquier manera no le había conocido en vida. ¿Por qué tenía yo que levantarme y guardar mis palabras y mis ruidos por él? Seguro que si la que hubiera muerto fuera yo, nadie se levantaría. Me pregunté si el muerto era más importante que yo. No supe responder, pero de todas formas, él estaba muerto, tal vez se lo mereciera por eso, como un "al menos".


Permanecí de pie hasta que la gente se sentó. Allí no había gradas de un equipo, gradas del otro. Es lo bueno del fútbol gaélico, seguramente por ser gaélico, no por ser fútbol: el padre es de un equipo, el hijo del contrario. Hay mucha migración interior, amarillos con azules, blancos con rojos... En ese caso yo tenía que ser del amarillo y verde y jugábamos contra los negros.


Permanecí de pie hasta que la gente se sentó. En cuanto 84.999 culos tocaron sus respectivos asientos, antes de que pudiera darme cuenta, un griterío invadió el campo y el partido comenzó. Yo ya escuchaba mejor, la voz extraña se había callado. Volví a mirar a mi alrededor: leones y panteras se disputaban el último pedazo de carne, era el fin del mundo, esta vez de verdad, o al menos esa fue mi sensación. Tuve un poco de miedo, he de reconocerlo, pero la curiosidad empezó a crecer en mi estómago. Era increíble mirar hacia atrás y preguntarse cosas acerca de esa gente. Era divertido. Se encontraban sensaciones extrañas en mi estómago, se saludaban y se olían el culo, como los perros. No sabía describirlo pero parecía estar en un safari y ser yo la única que iba en el todoterreno mirando. Se me ocurrió poner la voz de Félix de la Fuente, pero no me salía y allí no entenderían la broma.


De vez en cuando, algún hipopótamo con mal aliento abría la boca y berreaba. Yo pensé que estaba en cel y que deseaba atraer a la hembra, pero resultó que su equipo era tan torpe en el campo como él en la cama y gritaba "árbitro cabrón", o algo parecido.


Algún niño se perdía entre el gentío y los asientos vacíos durante el descanso y recobraba su humanidad. Lloraba entre tanta gente excitada por un marcador final difícil de predecir, hasta que la madre, cuyas tetas, sin ganas ni gracia, aplastaban al pobre crío mientras le besaba por toda la cara, lo malpeinaba (o bienpeinaba) con fuerza, como si fuera un niño bien y gritaban juntos que iban a ganar






*Y a pesar de todo, los irlandeses me caen tan bien...

lunes, 10 de septiembre de 2007

A veces


La originalidad (¿ya?) no existe
Eso está claro
Claro que hay veces...
No, no os dejéis engañar
Todo está hecho
Y nada más
No hay acordes, combinaciones nuevas
Es el fin de la palabra y la música


*Porque ya hay demasiada gente crítica y demasiado poco críticas....

jueves, 6 de septiembre de 2007

No puedo decir que portugueses no pero... portugueses no...


- ¿Y si Eva Hache decidiera invadir Portugal?
- Entonces le voto
- ¿Estás de coña?
- No. Invadir Portugal... ¿Por qué no?
- Imperialista...
- No, perdona, les estoy haciendo un favor a los niños, lo hago por ellos
- ¿Cómo?
- Que les estoy haciendo un favor a los niños
- Ya te he oído, ¿qué quieres decir?
- Cuando en primaria te piden que pintes el mapa de España, siempre se confunden y pintan el de la Península Ibérica, sin quitar Portugal, y siempre les suspenden...
- Yo nunca suspendí
- Yo tampoco. Era una leyenda urbana, pero así se acabaría
- Has perdido muchos puntos conmigo
- No tantos como para que dejes de quererme
- ... Pero qué morro tienes